Mujer migrante y empleo del hogar
La campaña #TrabajadorasdelHogar se pone en marcha desde el Observatorio de Igualdad y Empleo con motivo del Día Internacional de las Trabajadoras del Hogar. Para concluir con la iniciativa, Fundación Mujeres destaca la incuestionable labor de las mujeres migrantes trabajadoras del hogar, cuyos derechos en el sector de cuidados a menudo quedan relegados.
Las evidencias muestran que el sector del cuidado y el trabajo en los hogares en España depende principalmente de las mujeres, siendo una gran mayoría mujeres migrantes en situación irregular. Hasta un 23% de las personas trabajadoras extranjeras empleadas en situación irregular son trabajadoras del hogar, suponiendo la ocupación más común entre el colectivo. Esta realidad se debe a la inmensa demanda que existe actualmente de trabajadoras del hogar, así como al limitado control normativo del sector.
De todas las trabajadoras del hogar y de cuidados, según los datos recabados por OXFAM-Intermón en 2021, el 56% son de nacionalidad extranjera. Se estima que 70.000 mujeres se encuentran en situación administrativa irregular impulsadas, por lo tanto, a aumentar la economía sumergida.
Consecuencias
Una de las consecuencias directas de la ausencia de vías de entrada legales al mercado laboral en el sector de los cuidados es que las trabajadoras en situación irregular se ven impulsadas a incorporarse en la modalidad más dura e inestable: la de interna.
Unas 40.000 mujeres en España trabajan de internas, el 7,5% del sector, siendo un 92% de ellas extranjeras. Para estas mujeres, disponer de un contrato de trabajo supone una vía directa hacia la regularización de su situación administrativa en el país. Por ello, tienden a sucumbir a los rígidos requerimientos de los empleadores, aceptando abusos en el horario, discriminaciones salariales, riesgos de accidentes o malos tratos.
La falta de control en el sector, permite de manera indirecta que las personas empleadoras no tengan como prioridad la regularización de un contrato de trabajo, ya que, generalmente, no lo consideran una obligación legal si no «un favor». Dadas las circunstancias, la conciliación familiar, laboral y personal de estas mujeres queda estrechamente limitada, ocasionando a menudo problemas de salud física y de salud mental.
Se recomienda consultar la fuente original de esta publicación: OXFAM-Intermón en 2021.
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